Mi nombre, Fernando Hernández González, aunque a decir verdad todos me conocen como Nando. Soy canario, una bendición en muchos aspectos, donde lo inexplicable cobra un valor añadido pues si buscamos cualquier episodio insólito alrededor del mundo, os puedo asegurar que tendrá su reflejo en estas islas afortunadas. Mi pasión por investigar estos fenómenos, junto a la divulgación en los medios de comunicación y la indagación por querer conocer lo enigmático que desprende nuestra tierra, me ha hecho coincidir  en esa aventura y empeño, con compañeros del alma como Iker Jiménez.

Crecí en una familia que conserva y respeta la Taucho (tradición oral) de los antiguos guanches, escuchando junto al fuego las raíces mágicas y la cosmovisión ancestral de nuestro pueblo y que me han llevado a recorrer esos espacios para evocar la memoria de los recintos de culto, sus leyendas y ceremonias atávicas. Es por eso, que os quiero invitar a transitar por los senderos de la fascinación y la reminiscencia oculta, los lugares que guardan hechos extraños en este archipiélago. Un fuerte abrazo.