En estas rutas especialmente diseñadas para los amigos de La Nave del Misterio hermanaremos el misterio, la ciencia y la cultura en unas salidas totalmente personalizadas y donde la experimentación y la sensación de descubrimiento nos asaltarán a cada paso que damos.

Nuestros invitados serán auténticos expedicionarios, siempre con una mirada multidisciplinar y transversal que nos permitirá adentrarnos con paso firme y decidido en los misterios de la astronomía y el universo más profundo, la magia megalítica, la historia mística medieval, los santuarios paleolíticos… Nuestros expedicionarios serán arqueólogos, astrónomos o caballeros templarios por un día, en unas jornadas que serán, a todas luces, inolvidables.

Soy prehistoriador y astrónomo. Nací en Barcelona en 1971, especialmente interesado y comprometido con la divulgación científica, me centro en la tarea de comunicación de la Astronomía y de la Paleoantropología impartiendo cursos y conferencias, en las que destacan los soportes audiovisuales, así como realizando observaciones astronómicas públicas, especialmente con Astrogirona, Asociación Astronómica de Girona, donde he estado vinculado a su gestión desde sus orígenes en 1999 y de la que soy presidente, y donde realizo estudios sobre meteorología, actividad solar, espectroscopia y exoplanetas. En este sentido he impulsado la construcción y dirijo los dos observatorios que la Asociación Astronómica de Girona puso en servicio en 2011 en Llagostera (Girona).

Mi vitalidad y gran interés por todos los aspectos relacionados con la Astronomía y la Paleoantropología me han llevado a viajar por todo el mundo aportando una visión transversal a la disciplina astronómica, combinándola con la Antropología y la Arqueología. Actualmente estoy realizando una investigación de alcance internacional, totalmente pionera en el campo de la arqueoastronomía, que estudia la relación entre la ubicación y la orientación de los monumentos megalíticos con el campo magnético de la Tierra.

También, participo activamente en la Red de Investigación Española sobre Bólidos y Meteoritos, bajo la coordinación del Dr. Josep Maria Trigo Rodríguez. Con él, y con los miembros de la International Meteorite Collectors Association, de la que también soy miembro, participo en varias investigaciones sobre el terreno en busca de meteoritos.

Con una amplia experiencia docente y como comunicador científico, mis trabajos se han publicado en prestigiosas revistas como “AstronomíA”, “Tribuna de Astronomía y Universo” y “Nostra Nau”, y también se han difundido a través de medios de comunicación, escrita y audiovisual de todos los ámbitos, local, comarcal, estatal, con los que colaboro habitualmente, como por ejemplo el programa “Cuarto Milenio” con Iker Jiménez.

Mi relación con Iker siempre fue muy especial. Desde hace 1000 años, como fan de “Cuarto Milenio”, siempre veía todas las emisiones y siempre había tenido la intención de contactar con el programa para contarle a Iker mi investigación sobre los megalitos, sabía que le interesaría… pero nunca me animaba a hacerlo. Hasta que finalmente me contactó para hacer un programa sobre bólidos y meteoritos. ¡No me lo podía creer! Iba a estar en la mesa de la Nave del Misterio y por fin podría conocer a Iker  y contarle mis pesquisas megalíticas. Para mí fue maravilloso, no sólo por la experiencia de estar en la Nave y conocer al equipo, sino por la emoción de poder conocer personalmente a Iker, contarle brevemente mi trabajo y ver la emoción en sus ojos al escucharme. Le llevé un mapa de Stonehenge con los datos, un mapa como los que mostramos a menudo en el programa… Iker estaba en shock, interesándose cada vez más por lo poco que en plató pude desgranar… Finalmente, lo que más me impactó… Iker Jiménez me pide que le firme el mapa… ¡un autógrafo para Iker de un perfecto desconocido!, una pequeña muestra de cómo es Iker y de esa actitud humilde y entusiasta que impregna a todo el equipo. Fue muy emocionante porque entre los dos se estableció un vínculo extraño que nos conectaba, y que hemos comentado en varias ocasiones, desde experiencias comunes en ciertas cuevas, por ejemplo, a tener la certeza que somos hermanos del misterio. Nuestra conexión fue cósmica, hasta tal punto que Iker llegó a decir… “¿cómo hemos tardado tanto en conocernos?” Solo pude volver de Madrid a Girona llorando de emoción al recordar este primer encuentro.

El entusiasmo y la emoción son nuestros motores vitales, venid a compartirlos con nosotros en estos viajes por el misterio y ¡sentid la conexión cósmica!